Desde un principio he querido ajustar el precio del libro al máximo. Sé que no es buen momento para caprichos en general, y que la cosa está como está. Además, en ningún momento pretendo hacerme rico con lo que he escrito, ni mucho menos. Simplemente, como explico en el libro, quiero que se conozca por quienes no lo vivieron y que se recuerde por quienes sí tuvimos la suerte.
Sé además que el libro quizá no vale gran cosa objetivamente, pero tiene su trabajo y tampoco quería regalarlo sin más.
El precio del producto final en formato electrónico es de 3 euros, y aquí no tengo servidumbre de ningún tipo. Obviamente los 3 euros no son íntegros para mí; me llevo la mayor parte, pero la plataforma de autopublicación se queda también la suya.
El precio del producto final en formato papel no es tan sencillo de obtener. Inicialmente yo lo había fijado como base en 7 euros, y la plataforma de autopublicación añadía a ello los gastos de envío e impuestos, con el consiguiente montante total de precio de compra situado a partir de los 10 euros, dependiendo de cuál sea la modalidad de gastos de envío que se elija, de entre las cuatro que ofrecen. Con fecha de 4 de diciembre y por imposiciones de la plataforma de autopublicación el precio ha quedado fijado (espero que definitivamente) como base en 7,2 euros, siendo imposible vender por menos de esa cantidad.
Poner mi precio en 7 euros suponía obtener una ganancia de 2, de la que la plataforma también retenía una parte. Bajarlo más de 7 euros habría significado pues renunciar a casi toda ganancia, por lo que finalmente tomé esa decisión. Ahora con el precio de 7,2 euros las ganancias incluso han disminuido perceptiblemente, pero no estoy dispuesto a subir más el precio tal y como están las cosas, por una cuestión fundamental de compromiso con la gente que decide apostar por algo así.
No obstante soy consciente de que el precio final en formato papel es caro para el lector de a pie y de que se pierde mucho dinero por el camino. Y lo siento de verdad. Supongo que es el precio que uno debe pagar (y nunca mejor dicho) cuando se embarca en una aventura así por su cuenta sin tener nadie que le haya ofrecido una cosa mejor. Es sin duda la parte de todo el proceso con la que he quedado más insatisfecho, pero no puedo decir otra cosa y no puedo hacer más que agradecer a todos los que decidan apostar por comprarlo aun teniendo que desembolsar esta cantidad.
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